28 noviembre 2009
Olvidos aéreos
Desde un casco de bombero a un vestido de novia. Iberia subasta toneladas de equipajes nunca reclamados por los usuarios de las compañías que operan en España
Un bombero sin casco es como un león sin melena. Y sin embargo, a Christopher Hubmer, jefe de batallón de bomberos de la US Navy en Rota (Cádiz), le extraviaron la protección en algún trasiego aéreo y el hombre, por olvido o aburrimiento, lo dejó correr. Si antes no lee estas líneas, su casco, un bonito modelo antiguo ahumado por el uso, acabará el martes en poder de quien oferte más por el lote 3, una miscelánea que incluye 161 peluches, 2 pizarras mágicas, 2 escopetas, un 'Scalextric' y decenas de otros objetos al precio conjunto de salida de 4.058,14 euros. Intentamos reunir a ambos, casco y propietario, pero la fiesta yanqui de Acción de Gracias se interpuso.
El casco del 'chief' Hubmer es uno de los miles de objetos que cada año traspapelan en los 47 aeropuertos y un helipuerto españoles las aerolíneas que operan en ellos. Maletas errabundas nunca reclamadas por sus dueños, equipajes perdidos sin identificar, arrumbados al final de muchas idas y venidas en los almacenes de Iberia. La compañía es depositaria última de las valijas porque así lo manda una ley de 1942, promulgada por el Ministerio del Aire cuando Iberia era la línea nacional de bandera. Todo lo que aterriza en suelo español, cualquiera que sea su origen y la nacionalidad de la aerolínea portadora, acaba en sus depósitos. Seis u ocho meses después, maletas y bultos anónimos son abiertos. Si tampoco dentro hay señas o identidad alguna, la maleta y su contenido entran en el proceso de subasta
Fuente elcorreodigital.com
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