25 marzo 2015

Bombero fallece tras ser diagnosticado tumor cerebral





Desde todos los puntos de vista, Rafael García era un bombero modelo: en estupenda forma física, atlético, popular entre sus compañeros de la Estación de Bomberos #5, un futuro padre con una gran familia y un “héroe” para Maeghan, su esposa embarazada.

El porvenir de García parecía brillante hasta el pasado 15 de marzo cuando empezó a sentirse mal. Tras ser llevado al Hospital South Miami, los médicos le dieron a la familia una noticia devastadora: García, conocido entre los amigos y familiares como Ralf, tenía un tumor en el área del cerebro llamada cerebelo que controla la coordinación.

Apenas unas semanas antes, García aparecía sonriente en una fotografía al capturar un pescado en aguas de Miami. El domingo, sin embargo, los médicos del hospital de la Universidad de Miami (UM) lo declararon con muerte cerebral. García fue llevado de urgencia al hospital la semana pasada, donde fue sometido a una cirugía de emergencia. El martes, la familia decidió quitarle la máquina que lo mantenía con vida.

García tenía solamente 28 años, con un hijo en camino, Mason James, que deberá nacer en mayo.

“Mientras trato de salir adelante lo mejor que puedo, lucho por encontrar las palabras para expresar todo lo que siento. Todo el mundo me dice lo ‘fuerte y ‘sorprendente’ que soy, pero la verdad es que lo único que me mantiene con vida es el bebé de Ralf, cuyo corazón late dentro de mí”, escribió Maeghan en su página de Facebook. “Solamente estoy tratando de hacer lo mismo que sé que Ralf hubiera hecho por mí”.

La página de Facebook de Maeghan está llena de mensajes de apoyo. En ella, Maeghan contó el veloz deterioro de la salud de su esposo, desde las primeras preocupaciones y las esperanzas hasta la aceptación de lo inevitable.

Antes que a García se le declarara muerte cerebral, Maeghan, que en el 2005 se graduó de la academia Our Lady of Lourdes, hermana de la escuela secundaria Christopher Columbus, escribió que sus órganos serían donados.

“Creo verdaderamente que la única razón por la que Ralf sigue luchando por estar vivo es porque sabe que continuará ayudando a otros después de su muerte. Me lo imagino no queriendo ser egoísta y no queriendo irse demasiado temprano”, escribió. “Esa era su naturaleza, pensando siempre en los demás. Mi héroe para siempre”.

La pareja se casó en Coral Gables en diciembre del 2011.

Los colegas de García en el Departamento de Bomberos de Miami expresaron su gratitud por el sinfín de llamadas de apoyo que han recibido. No les resultó fácil redactar una declaración que le hiciera justicia a uno de los suyos, alguien tan joven con tanta promesa por delante.

“Ralf era uno de esos subalternos que uno quisiera clonar para proveer de personal a todo el departamento”, escribió en un correo electrónico Christopher Cope, supervisor de García. “Siempre era el Eagle Scout, un verdadero ejemplo. Estoy seguro que nuestro departamento tendrá que crear un premio para presentar en su nombre, quizás por un gran acto de heroísmo por salvar vidas”.

El teniente Robert Suárez, del Departamento de Bomberos de Miami, dijo que los servicios fúnebres en honor de García comenzarán a las 6 p.m. del miércoles en la Funeraría Caballero Rivero Woodlawn, localizada en el 8200 Bird Road, en Miami.

Una misa se celebrará a las 10:30 a.m. del jueves en la Iglesia Católica St. Kevin, sita en el 12525 SW 42 Street, Miami, seguida del entierro en el cementerio Our Lady of Mercy, en el 11411 NW 25 Street, Miami.

Una página por internet llamada GoFundMe se creó para recaudar dinero para un fondo universitario para el hijo de García, Mason. Ya el martes por la tarde, la familia y los amigos habían contribuido con más de $140,000.

Fuente: http://www.elnuevoherald.com/noticias/sur-de-la-florida/article16276895.html

24 marzo 2015

Bomberos y el riesgo de contraer cáncer

El riesgo de contraer cáncer entre los Bomberos

Un problema muy latente, en el cual todos los Bomberos están muy expuestos, es el riesgo de contraer “CÁNCER” debido a la actividad propia de los  Bomberos. En cualquier servicio el personal se expone a inhalar substancias tóxicas y en la mayoría de los casos cancerígena. No es necesario que para contraer este problema sea inhalado, también se puede adquirir de forma cutánea, o sea con el contacto con la piel.

Para minimizar este riesgo, es necesario establecer algunos procedimientos al realizar nuestro trabajo. En primer lugar, establecer una campaña de concientización entre el personal, con el fin de que tomen conciencia de los riesgos que corren de contraer cáncer al desconocer los múltiples tipos de cáncer a que están expuestos, con mayores probabilidades en comparación con la población común, solo por el trabajo que realiza el Bombero.

Es necesario persuadir al personal de que adopte medidas de seguridad para minimizar este riesgo, entre ellas se encuentran las siguientes:

  • Descontaminar su EPP después de cada servicio en el que se hayan expuesto a  grandes cantidades de humo, hollín, químicos, fluidos orgánicos, etc. La descontaminación sería similar a los procedimientos de Materiales Peligrosos, enjuagando con agua y jabón el equipo antes de subirse a  la máquina. Con esto se evitaría trasladar la contaminación al camión y a la estación.

  • Lavar el EPP. Se recomienda un lavado frecuente, siguiendo las indicaciones del fabricante, ya que los estudios muestran que independientemente del color, un vestuario sucio absorbe mucho más calor que uno limpio.

  • Hay que olvidarse de aquel mito de que la limpieza malogra el equipo, más bien la suciedad, sobretodo aquella derivada de cauchos, plásticos fundidos y cualquier derivado de hidrocarburos, hace perder a la fibra sus propiedades ignifuga (NORMA NFPA 1971).

  • En los incendios estructurales,  el personal deberá seguir utilizando el ERA aún durante las labores de ventilación y  remoción, ya que a  pesar de que el fuego fue extinguido, el combustible sigue emanando vapores tóxicos y  no por que el Bombero no los vea no significa que no existan o no sean peligrosos.

  • Uso obligatorio del ERA en incendios de vehículos, entre mas modernos sean los carros, la materia prima con la que está construido es mas peligrosa cuando se está quemando.

  • No se debe permitir que el personal introduzca su equipo  a las áreas  cerradas de las  estaciones, esto con el fin de evitar que introduzcan contaminantes que llevan en sus equipos de protección. 

  • No se deben calentar los motores de las unidades por tiempo mayor a  tres minutos dentro de la sala de máquinas de cada estación, esto debido a  que el humo de los motores a diesel contiene arsénico, sustancia altamente cancerígena.

  • El tipo de alimentación también es un factor condicionante para contraer cáncer u  otros daños a  la salud, por lo que es necesario establecer un régimen alimenticio sano y nutritivo el cual el personal deberá basarse para  decidir su alimentación durante sus turnos. Algunos Bomberos, comentan que cuando están de descanso en sus casas, llevan una dieta sana, pero es  durante sus turnos en la estación cuando rompen esta dieta, alimentándose con comidas grasosas o con harinas.

  • El personal antes de salir de su turno deberá bañarse, al hacer esto se evita  que lleve a sus domicilios contaminantes en su cuerpo y su ropa.




12 marzo 2015

Despiden al comandante Ignacio Calderón Bañales


Despiden al comandante Ignacio Calderón Bañales
Fue en el Cuerpo Voluntario de Bomberos, donde sus restos fueron velados; ahí, amigos, familiares y compañeros dieron su último adiós
por Grecia Ponce
Lunes 2 de Marzo de 2015
Uruapan, Michoacán.-
Al comandante Ignacio Calderón Bañales le gustaba ir a los partidos de beisbol en el Campo Héroe de Nacozari, que le quedaba a unas cuadras de su negocio de pinturas. Ahí compartía una botana de carnitas con otros aficionados, algunos de ellos como él, también bomberos voluntarios. Era una de las pocas distracciones que se permitía porque el resto de su tiempo lo dedicaba a lo que, según sus amigos, era la razón de su existencia: salvar vidas y bienes a través de la corporación de bomberos más antigua del estado.

Fueron más de 45 años de vencer al fuego, pero en sólo unas semanas, un cáncer de médula derrotó al comandante Ignacio Calderón Bañales, a la edad de 59 años. 

Sus últimos días los vivió en medio de penurias económicas; sin embargo, al enterarse de su padecimiento, fueron muchos los médicos que se ofrecieron para tratar de devolverle la salud y procurarle la mejor atención en los hospitales más reconocidos. 

Falleció la noche del viernes 27 de marzo y sus amigos, compañeros y familiares lo despidieron en la base del Cuerpo Voluntario de Bomberos, donde sus restos fueron velados.

El recuerdo de bombero
Para el comandante Ignacio Calderón fue casi natural convertirse en bombero, pues su padre, Feliciano Calderón Cabrera, con 50 años de servicio, fue uno de los fundadores del Cuerpo de Bomberos Voluntario de Uruapan, el cual se conformó en 1936. Así lo recordó el capitán de esta corporación, Rafael Borja, quien resumió diciendo “esto era su vida. Yo tenía 27 años de conocerlo y siempre aprendimos mucho de él”. 

Evocó que no sólo dedicaba gran parte de su tiempo a combatir siniestros, sino que “fue mucho equipo el que logró traer gracias a las amistades que cultivó tanto en México como en el extranjero, que le donaban vehículos y equipo al cuerpo. 

“Le sirvió a la corporación durante más de 45 años y nunca quiso dejar la institución. Desgraciadamente el cáncer de médula se lo llevó en cuestión de quince o 20 días. En su apoyo, varios de los mejores especialistas lo atendieron pero no lograron salvar su vida”. Otro de sus amigos, Jesús Carrillo Bedoya, quien convivió 35 años con el ahora finado comandante, confirmó que durante sus últimos días Ignacio Calderón dejó de atender el negocio de pinturas que representaba su fuente de ingresos y tuvo dificultades económicas, así que él propio Jesús Carrillo y el periodista Manuel Jímenez abrieron una cuenta bancaria para que quien así lo deseara lo apoyase. 

Calderón Bañales, quien había sido nombrado comandante honorario, seguía, hasta hace relativamente poco tiempo, combatiendo el fuego y le tocó participar en un evento de grandes dimensiones: el incendio de Modatelas, un almacén en el centro de la ciudad. El capitán Rafael Borja rememoró que Calderón operó la pipa que es la unidad más pesada y ya como comandante dirigió las acciones del accidente de Taesa, combatió el incendio del mercado de Tacámbaro y en el del Pátzcuaro. 

Estuvo presente en infinidad de accidentes carreteros, incluidos varios con pipas involucradas.

Fue vocal en la Asociación de Jefes de Bomberos de la República Mexicana y miembro coordinador del Comité de Ciudades Hermanas. Él tenía la batuta de los hermanamientos y la ciudad de Dinuva y fue el contacto con California, que donó un camión de bomberos para Uruapan que todavía está trabajando. 

Tanto Rafael Borja como Jesús Carrillo evocaron que la única distracción que se permitía era el beisbol, pues cerraba su negocio los domingos y se iba al Campo Héroe de Nacozari. “Nos conocían todos ahí y nos reuníamos con un amigo que le decía El Bombero, que en paz descanse. Disfrutábamos de unas carnitas e íbamos a apoyar al que jugara ese día”, dijo Carrillo Bedolla. 

Al comandante Ignacio Calderón le sobrevive un hijo de 24 años que estuvo presente en la despedida que se le brindó en la Comandancia del Cuerpo Voluntario de Bomberos. Sus restos fueron despedidos ayer domingo con una ceremonia religiosa en la Parroquia de la Sagrada Familia, luego de eso, un numeroso grupo de dolientes y una caravana de carros de bomberos recorrieron el centro de la ciudad antes de darle su último adiós.

Fuente
http://www.cambiodemichoacan.com.mx/nota-247714
Derechos Reservados, Sociedad Editora de Michoacán S.A. de C.V.

Antesala de la muerte


Un siniestro en Veracruz dónde se derramaron más de 22 mil litros de sustancias químicas que ya cobraron la vida de más de 200 personas

Con pasos cansados, apoyada en un sucio palo de escoba, doña Juana camina entre sus plantas de anturios y confiesa que le inquieta saber si logrará ver algo de aquella justicia que ha esperado infructuosamente por 11 largos años, que indudablemente haría menos indignos sus padecimientos.

Como la señora Juana, entre 213 y 300 personas hoy fallecidas sabían que su destino dependería de aquel viernes, cuando estalló la fábrica de plaguicidas Agricultura Nacional de Veracruz, SA (Anaversa). El siniestro se tradujo en el derrame de 22 mil litros de sustancias químicas y plaguicidas como fenolciacético, fosfuro de zinc, de exacloruro de benzeno alfa, lindano, malatión y BHC. Es decir, un coctel mortíferos.

Los estragos
En la mente de los habitantes de Córdoba pervive una imagen estremecedora: el resplandor de aquel mediodía cedió ante una nube cegadora de polvo y humo blanco, que después se tornó verdosa y naranja. Antes de eso, la única visión que tuvieron quienes vivían en un perímetro de 12 colonias a la redonda, fue la de un hongo tóxico -parecido al de Hiroshima-- de 40 metros de diámetro.

Al principio, a Juanita le costó trabajo comprender que aquella imagen tuviera una relación directa con su nuevo cuerpo y su cada vez más reducida expectativa de vida. Al año del siniestro descubrió un tumor en su pecho que le fue extirpado tras una serie de adversidades y gastos que enfrentó sola. Luego estuvo a punto de perder la dentadura y recientemente "empezaron los problemas más serios; me falla la vista, soy hipertensa, soy propensa a la cirrosis, estoy mal del hígado, tengo várices en el esófago, gastritis erosiva que me ocasiona vómitos y evacuaciones descontroladas, y anemia", dice.

A sus 70 años de edad y para superar el cuadro anterior doña Juana requiere tres donaciones de sangre bimestrales, y la verdad es que tanto su pensión como la venta de sus anturios no alcanzan para estas transfusiones, que cuestan mil 500 pesos cada una.

Los casos de cáncer comenzaron a surgir en 1993 en lo que se llama aparición temprana, debido a que antes del incendio los pobladores de Córdoba estuvieron expuestos a la incineración clandestina de los desechos tóxicos que se hacían por las noches durante 25 años consecutivos.

La contaminación
En su investigación epidemiológica, el doctor De León ha observado que de mil 500 casos, 47 por ciento ha resultado afectado directamente por la inhalación de los tóxicos; también asegura que de cada 21 mujeres embarazadas en el primer trimestre de 1991 y de 1992, 20 por ciento tuvo hijos con malformaciones congénitas, cuando se supone que una cifra aceptable es de una o dos malformaciones en diez mil nacidos vivos.

Otro grupo afectado fue el de los bomberos, rescatistas y voluntarios, de los cuales un número importante ha fallecido. Cinco bomberos perdieron la vida a un año y medio del incendio, cuando antes no tenían ninguna complicación grave de salud. Durante su intervención en el siniestro no contaron con el equipo necesario.

José Luis Martínez Arreola, de 68 años de edad y 47 de servicio como bombero, aún se estremece al recordar los nombres de sus compañeros caídos debido al silencioso coctel asesino de sustancias tóxicas, a las que estuvieron expuestos aquel viernes 3 de mayo: el subteniente Angel Barrientos Salas; los tenientes Guadalupe Barrientos Salas y Mario Rojas Alvarez; los capitanes Fernando T. Moreno y Moisés Portilla Fonseca.

Según el capitán, el cuerpo de bomberos desconocía los químicos que manejaban en esa compañía, suponía que ahí los envasaban, pero no que los fabricaban. Revisa sus recortes de periódico y recuerda la preocupación que les aquejaba a él y a sus compañeros por el riesgo de que un tanque de combustible estallara en cualquier momento, mientras ellos luchaban por mantenerlo lejos de las llamas que devoraron la fábrica. "En cualquier momento pudo explotar -narra-, nosotros dimos todo lo que pudimos y aun así fuimos condenados por la comunidad." 

Las muertes de los bomberos y los centenares de afectados han quedado en una cifra fría para el recuento de los hechos, pero los sobrevivientes no se resignan a ello y piden justicia. 

A una década del incendio, el silencio ha prevalecido entre las filas de los altos funcionarios que entonces debieron hacer frente al siniestro y sus consecuencias, entre ellos: el gobernador del estado de Veracruz, Dante Delgado Ranauro; el secretario de Desarrollo Urbano y Ecología (Sedue), Patricio Chirinos -que después sería gobernador del estado-; el secretario de Salud, Jesús Kumate, y el presidente municipal de Córdoba, Bernardo Cessa Camacho.

Fuente Revista Contralínea Octubre 2002: http://www.contralinea.com.mx/c7/html/sociedad/antesala.html 

11 marzo 2015

¿Tienen los bomberos un riesgo mayor de contraer cáncer?



Una población total de 30.000 bomberos de tres grandes ciudades de los Estados Unidos presenta una incidencia mayor de varias clases de cáncer —y de todos los tipos de cáncer combinados— que la población entera de los EE.UU.
Esta información es el resultado de un estudio reciente realizado por el Instituto Nacional de Seguridad y Salud Laborales (NIOSH) de los EE.UU. Varios estudios previos de menor alcance habían mostrado resultados por lo general consistentes con estos nuevos hallazgos.
Este es el primer estudio que, además, identifica un exceso de mesotelioma en los bomberos Norteamericanos. Los bomberos presentan una tasa de mesotelioma dos veces mayor que la de la población de los EE. UU., probablemente asociada a la exposición al amianto, una conocida causa de mesotelioma.
En los incendios, los bomberos pueden verse expuestos a contaminantes que se sabe o se sospecha que producen cáncer. Estos contaminantes incluyen subproductos de combustión, como el benceno y el formaldehído y materiales de desecho, como el amianto de estructuras antiguas.

10 marzo 2015

Evitemos el cáncer entre los bomberos


Acciones inmediatas que puedes tomar para reducir el riesgo de contraer cáncer:
1.- Usa el ERA desde el ataque inicial hasta terminar con la remoción de escombros.
2.- Descontamina el EPP en el lugar del incidente para eliminar la mayor cantidad de hollín después de un incendio. 
3.- Dúchate a fondo al llegar a la estación y cámbiate a ropa limpia.
4.- Limpia tu EPP, guantes, monja y casco lo antes posible.
5.- Mantén limpio tu chaquetón y pantalón. Lávalo cada vez que sea necesario.
6.- Limpia el interior de la unidad al llegar a lau estación después de cada incendio.
7.- Mantén el equipo de combate alejado de las áreas administrativas, de descanso, cocina y dormitorio. 
8.- No consumas productos derivados del tabaco. Alimentate sanamente, no comas comida chatarra.
9.- Ejercitate diariamente.
10.- No mantengas encendido los motores de las unidades en espacios poco ventilados.

07 marzo 2015

Los riesgos de ser un bombero



Los bomberos son esenciales en la seguridad pública, para extinguir incendios, para sacar a la gente de los automóviles y edificios que se están incendiando y en otras situaciones peligrosas. Mientras que los que quieren unirse al cuerpo de bomberos frecuentemente sólo piensan en el lado positivo del trabajo, que incluye un salario promedio de más de US$45.000 desde el 2010, también hay un lado negativo. Un bombero con frecuencia se pone en riesgo, no sólo del fuego, sino también al exponerse a muchos otros peligros relacionados con el trabajo. Es importante ser conscientes de estos riesgos antes de elegir ser bombero como carrera.
Cáncer
De acuerdo con un informe publicado en "Science Daily", los bomberos se encuentran en un riesgo significativamente mayor de desarrollar cáncer, especialmente cáncer testicular, cáncer de próstata, mieloma múltiple y linfoma no Hodgkin. Esto es debido a que se exponen frecuentemente a productos químicos cancerígenos, incluyendo los gases de los escapes de los motores diesel como los de los camiones de bomberos. También pueden exponerse al benceno, al formaldehído, al estireno, al cloroformo y al hollín. Pueden encontrar estas sustancias cuando estan combatiendo un incendio, así como también en la estación de bomberos, y pueden absorber éstos y otros carcinógenos a través de piel o inhalándolos.
Quemaduras y humo
Un bombero corre el riesgo de quemarse. Las quemaduras pueden a veces ser pequeñas, pero también pueden ser graves e incluso mortales, especialmente si un bombero se ve atrapado en un edificio en llamas. La inhalación de humo es otro riesgo importante y puede fácilmente ahogar a un bombero cuyo equipo le falla. Un informe de la U.S. Fire Administration (Administración de Incendios de los Estados Unidos), que es un brazo de la Federal Agency Management Agency (Agencia Federal para el Manejo de Emergencias), señala que la combinación de contacto directo con las llamas y la inhalación de humo causa un 34% de todas las lesiones de los bomberos.
Caídas
Los bomberos a menudo deben entrar en edificios en llamas donde los pisos, techos y escaleras pueden colapsar bajo ellos sin previo aviso. Si esto sucede, el bombero puede caer 10 pies (3 m) o más, y la probabilidad de lesiones graves, incluyendo fracturas de huesos, es alta. El bombero que tiene que subir escaleras para llegar a las víctimas atrapadas o para dirigir sus mangueras a los puntos calientes también está en riesgo de caer, y una caída de una escalera o plataforma alta a menudo causa una lesión lo suficientemente grave para que deje de ir a trabajar.
Esfuerzo físico
Los bomberos suelen usar equipo pesado como chaquetas gruesas, máscaras y tanques de oxígeno para protegerse del calor y de las llamas, pero el equipo se suma a la cantidad de esfuerzo que un bombero tiene que realizar durante un incendio. También deben manejar escaleras, mangueras, hachas y otros equipos para extinguir incendios, y tienen que llevar ese peso además de los equipos que están usando, a menudo durante muchas horas mientras luchan contra un incendio difícil. Según la U.S. Fire Administration, el agotamiento por el excesivo esfuerzo es la causa principal de las lesiones de los bomberos, representando el 25% de todas las muertes relacionadas con el fuego.
Referencias
·                                 Bureau of Labor Statistics: Firefighters (Bomberos)
·                                 U.S. Fire Administration: Statistical Reports: Firefighter Casualties (Víctimas en los bomberos)
·                                 U.S. Fire Administration: Statistical (Estadísticas)


Cáncer por asbesto en bomberos

Los bomberos corren el riesgo de ser expuestos al asbesto en su lugar de trabajo. A menudo luchan contra incendios en edificios que contienen materiales de asbesto; de hecho, esto es casi inevitable, considerando que millones de hogares, edificios de oficinas, escuelas, bibliotecas, y lugares laborales contienen asbesto en cierta forma. Los incendios que ocurren en edificios que fueron erigidos antes de los años ochenta pueden crear un nivel tóxico de asbesto en el área inmediata.
Asbesto en Componentes de Edificios
Los bomberos son expuestos al asbesto cuando una estructura se está quemando, está ahumando, o se está derrumbando. El asbesto que comúnmente se encuentra en el:
  • el aislamiento de techos (e.g., vermiculita/Zonolite)
  • plomería y aislamiento eléctrico
  • azulejos del piso, baños y cocina
  • en muchos otros productos
El asbesto puede deshacerse en un incendio, liberando sus fibras microscópicas al aire libre, donde los bomberos pueden inhalarlas. Si los componentes del asbesto estaban en edificios viejos y/o estaban en mal estado antes del fuego, es más probable que las fibras de asbesto sean disturbadas y lleguen a ser aerotransportadas.


Cuando el Asbesto es Inhalado
Las fibras de asbesto que se encuentran al aire libre pueden alojarse en los pulmones y otros órganos internos, donde pueden comenzar un proceso de enfermedad que culmina en amiantosis, cáncer del pulmón, o mesotelioma.  Cada una de estas condiciones es más común entre los bomberos que entre la población en general.

Una Vez Extinguido el Fuego
Después de que se haya controlado y extinguido un fuego, los niveles tóxicos de polvo del asbesto todavía pueden estar presentes. Un bombero puede utilizar un equipo de respiración autónomo para filtrar el asbesto, pero el polvo del asbesto también se puede colocar en los camiones de bomberos, en el equipo, y en los mismos bomberos, y todo esto se debe limpiar.
La gente cercana a un incendio, tal como personal de primeros auxilios (Cruz Roja, policía), los transeúntes y los residentes del hogar quemado también deben ser conscientes del peligro que presenta la exposición tóxica al asbesto, incluso después de que se haya extinguido un incendio. Las fibras de asbesto pueden seguir suspendidas en el aire por horas – incluso hasta días.
La Ropa de Bomberos y el Asbesto
Es irónico que hace años el asbesto fue utilizado como parte de la ropa protectora de los bomberos, puesto que el asbesto tiene características que son contrafuego. Desafortunadamente, la misma ropa que los bomberos usaban los exponía a niveles tóxicos de asbesto.


Estudios del NIOSH sobre el cáncer en los bomberos


La USFA y el NIOSH se asociaron en un estudio para examinar el aumento del riesgo de cáncer entre los bomberos debido a la exposición del humo, hollín y otros contaminantes en el desempeño de su trabajo. Este fue un estudio epidemiológico formal con supervisión médica.
El objetivo principal del proyecto era aclarar la relación entre la exposición ocupacional de bomberos y el cáncer.
Este estudio de NIOSH, apoyado por USFA, estaba destinado a llenar los vacíos en el conocimiento actual e informan a los esfuerzos en curso para caracterizar aún más el riesgo de cáncer asociado con ciertas exposiciones. Mediante el análisis de las muertes y los casos de cáncer entre los bomberos, NIOSH intentó determinar si:
·                     La incidencia de cáncer es mayor entre los bomberos frente al resto de la población.
·                     Existe una relación entre los cánceres y la exposición a los contaminantes a los que los bomberos hayan podido estar expuestos.
En colaboración con el Instituto Nacional del Cáncer y la Universidad de California en Davis - Departamento de Ciencias de Salud Pública, los investigadores de NIOSH encontró que una población combinada de casi 30.000 bomberos de tres grandes ciudades tenían tasas más altas de varios tipos de cáncer, y de todos los cánceres combinados , que la población de los EE.UU. en su conjunto.
Resumen del estudio
Después de examinar los patrones de mortalidad y la incidencia de cáncer en un grupo de 29.993 bomberos profesionales estadounidenses entre 1950 a 2009 en las ciudades de San Francisco, Chicago y Filadelfia, los investigadores se obtuvieron las siguientes conclusiones:
Se observan mayores tasas de incidencia de cánceres del aparato respiratorio, digestivo y urinario en la población estudiada. Esta mayor incidencia sugiere que los bomberos son más propensos a desarrollar estos tipos de cáncer.
La población de bomberos en el estudio tenían una tasa de mesotelioma (un tipo de cáncer relacionado con la exposición a amianto) dos veces mayor que la tasa de la población de los EE.UU. en su conjunto. Este fue el primer estudio que identificó este problema en los bomberos de Estados Unidos.
El estudio analizó los casos de cáncer y los fallecimientos causados por esta enfermedad entre 1950 y 2009 entre 29.993 bomberos de losdepartamentos de Chicago, Filadelfia y San Francisco. 
Los bomberos están expuestos a sustancias generadas en los incendios que se sabe o se sospecha que causan cáncer. Estos contaminantes incluyenlos productos de combustión, como el benceno y el formaldehído, y los materiales de desechos como el amianto de las estructuras antiguas.
Los resultados del nuevo estudio no abordan otros factores que pueden influir en el riesgo de cáncer, como el tabaquismo, la alimentación y el consumo de alcohol. Además, la muestra contiene un número reducido de mujeres y de otros grupos de población, lo que limita la capacidad de extraerconclusiones estadísticas sobre su riesgo de cáncer. 

Los hallazgos de este estudio de NIOSH fueron publicados en un artículo 14 de octubre 2013 en la revista científica internacional Occupational and Environmental Medicine

Los bomberos están en alto riesgo de cáncer

Un estudio sugiere que las toxinas suspendidas en el aire aumentan su riesgo con el tiempo
(HealthDay News/HispaniCare) -- Los bomberos arriesgan su vida todos los días como parte de su trabajo, pero una investigación reciente sugiere que también están en mayor riesgo de cáncer.
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Sobre todo, los investigadores hallaron que los bomberos tienen más probabilidades de desarrollar cáncer de testículo, linfoma no Hodgkin, cáncer de próstata y mieloma múltiple en comparación con la población general.
Los bomberos necesitan tomar medidas de precaución cuando apagan los incendios, señalaron los expertos, sobre todo si tienen que quitarse su equipo de protección y aparatos para respirar.
Los bomberos se exponen a toxinas carcinógenas "cuando se encuentran en las áreas próximas al incendio y no en el incendio mismo", explicó el investigador principal, el Dr. James Lockey, profesor de medicina ocupacional, medioambiental y pulmonar en la Universidad de Cincinnati.

El informe aparece en la edición de noviembre del Journal of Occupational and Environmental Medicine.