La combustión interna, visible desde hace una semana, pudo avivarse por la corriente creada con la apertura de los respiraderos superiores e inferiores.
Culleredo, España.- La dirección de la planta cullerdense de Bunge alertó ayer a los bomberos del parque comarcal de Arteixo por la combustión interna del silo de hormigón para el que la multinacional ha solicitado permiso de derribo.
De este almacén de 45 metros de altura y colindante al que terminó de demolerse hace un mes emana humo desde la semana pasada.
A diferencia del anterior, este silo dispone de seis respiraderos en la parte superior, por los que se escapa el humo. La empresa abrió tanto las aberturas superiores como la toma de descarga ubicada en la parte inferior del tanque. La corriente creada de este modo pudo avivar el foco de combustión interior. Así, al llegar al lugar, los efectivos se encontraron con llamas en el interior del almacén que alberga cerca de cuarenta toneladas de soja.
Los efectivos sofocaron el fuego y rebajaron la temperatura que, en el foco más cercano a la abertura, era de 400 grados. Luego, procedieron a sellar la parte inferior del silo y a abrir en todo lo posible la superior para su ventilación.
El comité de empresa recuerda que el técnico municipal que revisó la instalación hace quince días constató que todo estaba "perfecto". El delegado de CCOO, José Luis Díaz, explica que el humo apareció tras los trabajos de soldadura para retirar las estructuras aledañas al silo que se realizaron en los últimos días.
Por otra parte, en la mañana de ayer se celebró el segundo juicio de los juicios por los despidos de los trabajadores a los que la empresa acusa de provocar destrozos e impedir la entrada en la fábrica al director de la misma. La sentencia del anterior pleito declaró el despido de uno de los trabajadores nulo, por lo que los sindicatos están convencidos de que este caso se resolverá de igual manera.
laopinioncoruna.es
Culleredo, España.- La dirección de la planta cullerdense de Bunge alertó ayer a los bomberos del parque comarcal de Arteixo por la combustión interna del silo de hormigón para el que la multinacional ha solicitado permiso de derribo.
De este almacén de 45 metros de altura y colindante al que terminó de demolerse hace un mes emana humo desde la semana pasada.
A diferencia del anterior, este silo dispone de seis respiraderos en la parte superior, por los que se escapa el humo. La empresa abrió tanto las aberturas superiores como la toma de descarga ubicada en la parte inferior del tanque. La corriente creada de este modo pudo avivar el foco de combustión interior. Así, al llegar al lugar, los efectivos se encontraron con llamas en el interior del almacén que alberga cerca de cuarenta toneladas de soja.
Los efectivos sofocaron el fuego y rebajaron la temperatura que, en el foco más cercano a la abertura, era de 400 grados. Luego, procedieron a sellar la parte inferior del silo y a abrir en todo lo posible la superior para su ventilación.
El comité de empresa recuerda que el técnico municipal que revisó la instalación hace quince días constató que todo estaba "perfecto". El delegado de CCOO, José Luis Díaz, explica que el humo apareció tras los trabajos de soldadura para retirar las estructuras aledañas al silo que se realizaron en los últimos días.
Por otra parte, en la mañana de ayer se celebró el segundo juicio de los juicios por los despidos de los trabajadores a los que la empresa acusa de provocar destrozos e impedir la entrada en la fábrica al director de la misma. La sentencia del anterior pleito declaró el despido de uno de los trabajadores nulo, por lo que los sindicatos están convencidos de que este caso se resolverá de igual manera.
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