Los bomberos están
expuestos a situaciones de estrés, sobre todo cuando tienen salidas de
emergencia, lo que hace que el riesgo de mortalidad cardiovascular sea alto,
según se indica en un estudio que se publica hoy en The New England Journal of
Medicine.
Los bomberos están
expuestos a situaciones de estrés, sobre todo cuando tienen salidas de
emergencia, lo que hace que el riesgo de mortalidad cardiovascular sea alto,
según se indica en un estudio que se publica hoy en The New England Journal of
Medicine.
Los bomberos tienen una
profesión peligrosa, con un alto riesgo de quemaduras y de inhalación de humo.
Un estudio que se publica hoy en The New England Journal of Medicine indica que
también tienen muchas probabilidades de morir por enfermedad cardiovascular.
El equipo de Stefanos
Kales, de la Escuela
de Salud Pública de la
Universidad de Harvard, en Boston, ha analizado la asociación
existente entre la enfermedad
cardiovascular y las
labores de emergencia de los bomberos. Se ha constatado que estas situaciones
se relacionan con un riesgo de entre 10 y 100 veces
mayor de mortalidad si se
compara con las salidas rutinarias.
Los eventos
cardiovasculares, sobre todo los asociados a enfermedad coronaria, representan
el 45 por ciento. Se han revisado los datos de mortalidad de
los bomberos de Estados
Unidos entre 1994 y 2004, sin contar con la tasa de mortalidad de los que
participaron en las labores de rescate del 11-S.
El estudio ha mostrado que
de 1.144 muertes de los bomberos durante ese periodo, 449, el 39 por ciento, se
atribuían a enfermedad cardiovascular. De esas, 144 sucedieron durante las
labores de extinción de fuego. Las estadísticas indican que los bomberos
emplean entre un 1 y un 5 por ciento de su tiempo en apagar incendios.
Así, el riesgo relativo de
mortalidad durante esas tareas es entre diez y cien veces mayor comparado con
el de los que no llevan a cabo salidas de emergencia.
También se ha observado una
mayor tasa de eventos cardiovasculares con otras salidas de emergencia, como
las respuestas a los avisos de alarmas, si se
compara con las salidas
convencionales. "El estudio confirma resultados previos de otro trabajo
nuestro con una pequeña muestra de bomberos. Por eso, proporciona una mayor
evidencia sobre el aumento de enfermedades cardiovasculares en labores de
emergencias".
Una de las posibles
explicaciones del aumento de la mortalidad cardiovascular puede ser que durante
la extinción de incendios los bomberos se someten a
una situación de esfuerzo
extremo.
Además, un porcentaje
significativo de bomberos tiene sobrepeso y no tiene la preparación física
adecuada, lo que puede elevar el riesgo de enfermedad
cardiovascular. Un informe
de la Asociación
Nacional de Bomberos de Estados Unidos de 2005 indicaba que
el 70 por ciento no tenían la preparación física
adecuada ni seguían
programas de salud.
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