El 20 de marzo de 1995, la secta nipona “Aum Shinrikyo” perpetró un ataque terrorista al atiborrado metro de la ciudad de Tokio. Los fanáticos liberaron gas sarín en algunos de los vagones del metro japonés, matando a 13 personas. El número de heridos se cifró en cerca de seis mil, los que padecieron desde un estado de coma hasta complicaciones a la vista y otras afecciones
Seis años después y a una semana de los incidentes en las Torres Gemelas de Nueva York, una serie de correos fueron recibidos por diversos medios de comunicación –como ABC News, CBS News y New York Post, entre otros- y también por dos políticos estadounidenses. Lo inusual fue que el contenido de estos sobres no era precisamente el de una carta. En ellas se encontró alrededor de un gramo de esporas de ántrax, mantenidas en un polvo seco. Veintidós personas resultaron infectadas tras una ola de ataques en dos semanas. De ellas, cinco fallecieron a causa del agente bacteriológico.
Aunque resultó ser una falsa alarma, el 13 de julio pasado, en Chile, se sospechó de un ataque de características biológicas en el edificio José Miguel Carrera –ubicado a cuadras del palacio de gobierno- sede de la Cancillería. En ese lugar se estimó que una veintena de personas mantuvo contacto con lo que se creyó era una carta que contenía algún agente orgánico nocivo. Alertados Bomberos de Santiago y los servicios de Orden y Seguridad, se dispuso de un procedimiento de control: tras aislarse el sobre, derivándose al Instituto de Salud Pública y tal como se hizo en las otras emergencias internacionales mencionadas, se realizaron maniobras de descontaminación a las ropas y al cuerpo de quienes mantuvieron contacto con el paquete y por ende, mantenían un alto riesgo de contaminación.
Este proceso, impostergable, no requiere más técnica que una acuciosa limpieza que, en el caso del ántrax, es realizada a base de abundante agua. Con esto se persigue la precipitación (o caída) del agente contaminante, el que podría ingresar al organismo por medio de la vía respiratoria, la ingesta involuntaria y/o la absorción cutánea, dependiendo de su naturaleza química. En estas circunstancias no dejan de tener gran relevancia dos aspectos: por un lado, la premura en higienizar a un mayor número de personas en el menor tiempo posible, entendiendo que una víctima no podrá ser atendida pre hospitalariamente hasta que haya sido descontaminada y al mismo tiempo, la existencia de ciertos aspectos decorosos que deben ser tomados en cuenta, considerando el requerimiento de desvestir a las personas para el lavado.
Ante la necesidad de contar con un “espacio” apropiado para responder a estos requerimientos, el Cuerpo de Bomberos de Santiago pensó en la adquisición de una Estación de Descontaminación Masiva (EDM) y tras un período de evaluación, optaron por la compra de un sistema marca Vetter, modelo PZ 40. Este modulo es una estructura inflable -similar a una carpa- de una superficie de 40 m3 que permite la higienización en escenarios con multiplicidad de víctimas. Se estima que la EDM podrá descontaminar a 180 personas por hora (considerando un tiempo de cuatro minutos por cada una), las que avanzando por uno de los tres pasillos pueden acceder a una de las doce duchas disponibles.
Además permite la posibilidad de segmentar por género o condición de salud la realización de estas maniobras. Así, se puede disponer de un pasillo exclusivo para hombres, otro para mujeres y un tercero organizado para aquellas personas incapacitadas por lesiones (camillas con rodillos de acero inoxidable permiten el paso a victimas sobre tablas de inmovilización). La unidad también es útil en la aplicación de un procedimiento de descontaminación sin el uso de agua, el que estará determinado por el tipo de agente involucrado (ya sea de tipo físico y/o químico), permitiendo siempre mantener el trabajo en un área segura y privada.
Esta será la segunda estación de descontaminación disponible Chile, considerando una unidad de similares características en servicio desde junio de este año, en la Sexta Compañía del Cuerpo de Bomberos de Valdivia.
A pesar de sus dimensiones (8 metros de largo / 5.5 metros de ancho / 3.1 metros de alto), el armado de la EDM santiaguina no demora más de siete minutos. La estación se destacará en la unidad de materiales peligrosos de la Cuarta Compañía, Pompe France y se estima que en el transcurso del primer trimestre del 2011, la región metropolitana podrá disponer de ella. Dependiendo de la logística de transporte, podría estar también disponible para otras regiones del país.
De esta manera, Bomberos de Chile se encuentra en pié de responder a una necesidad poco cubierta en Chile; la descontaminación de una gran cantidad de personas en un tiempo corto, con absoluta seguridad para los operadores y garantizando calidad en el proceso como asimismo la integridad de las personas afectadas.
http://www.bomberos.cl/interior.php?id=11915
Seis años después y a una semana de los incidentes en las Torres Gemelas de Nueva York, una serie de correos fueron recibidos por diversos medios de comunicación –como ABC News, CBS News y New York Post, entre otros- y también por dos políticos estadounidenses. Lo inusual fue que el contenido de estos sobres no era precisamente el de una carta. En ellas se encontró alrededor de un gramo de esporas de ántrax, mantenidas en un polvo seco. Veintidós personas resultaron infectadas tras una ola de ataques en dos semanas. De ellas, cinco fallecieron a causa del agente bacteriológico.
Aunque resultó ser una falsa alarma, el 13 de julio pasado, en Chile, se sospechó de un ataque de características biológicas en el edificio José Miguel Carrera –ubicado a cuadras del palacio de gobierno- sede de la Cancillería. En ese lugar se estimó que una veintena de personas mantuvo contacto con lo que se creyó era una carta que contenía algún agente orgánico nocivo. Alertados Bomberos de Santiago y los servicios de Orden y Seguridad, se dispuso de un procedimiento de control: tras aislarse el sobre, derivándose al Instituto de Salud Pública y tal como se hizo en las otras emergencias internacionales mencionadas, se realizaron maniobras de descontaminación a las ropas y al cuerpo de quienes mantuvieron contacto con el paquete y por ende, mantenían un alto riesgo de contaminación.
Este proceso, impostergable, no requiere más técnica que una acuciosa limpieza que, en el caso del ántrax, es realizada a base de abundante agua. Con esto se persigue la precipitación (o caída) del agente contaminante, el que podría ingresar al organismo por medio de la vía respiratoria, la ingesta involuntaria y/o la absorción cutánea, dependiendo de su naturaleza química. En estas circunstancias no dejan de tener gran relevancia dos aspectos: por un lado, la premura en higienizar a un mayor número de personas en el menor tiempo posible, entendiendo que una víctima no podrá ser atendida pre hospitalariamente hasta que haya sido descontaminada y al mismo tiempo, la existencia de ciertos aspectos decorosos que deben ser tomados en cuenta, considerando el requerimiento de desvestir a las personas para el lavado.
Ante la necesidad de contar con un “espacio” apropiado para responder a estos requerimientos, el Cuerpo de Bomberos de Santiago pensó en la adquisición de una Estación de Descontaminación Masiva (EDM) y tras un período de evaluación, optaron por la compra de un sistema marca Vetter, modelo PZ 40. Este modulo es una estructura inflable -similar a una carpa- de una superficie de 40 m3 que permite la higienización en escenarios con multiplicidad de víctimas. Se estima que la EDM podrá descontaminar a 180 personas por hora (considerando un tiempo de cuatro minutos por cada una), las que avanzando por uno de los tres pasillos pueden acceder a una de las doce duchas disponibles.
Además permite la posibilidad de segmentar por género o condición de salud la realización de estas maniobras. Así, se puede disponer de un pasillo exclusivo para hombres, otro para mujeres y un tercero organizado para aquellas personas incapacitadas por lesiones (camillas con rodillos de acero inoxidable permiten el paso a victimas sobre tablas de inmovilización). La unidad también es útil en la aplicación de un procedimiento de descontaminación sin el uso de agua, el que estará determinado por el tipo de agente involucrado (ya sea de tipo físico y/o químico), permitiendo siempre mantener el trabajo en un área segura y privada.
Esta será la segunda estación de descontaminación disponible Chile, considerando una unidad de similares características en servicio desde junio de este año, en la Sexta Compañía del Cuerpo de Bomberos de Valdivia.
A pesar de sus dimensiones (8 metros de largo / 5.5 metros de ancho / 3.1 metros de alto), el armado de la EDM santiaguina no demora más de siete minutos. La estación se destacará en la unidad de materiales peligrosos de la Cuarta Compañía, Pompe France y se estima que en el transcurso del primer trimestre del 2011, la región metropolitana podrá disponer de ella. Dependiendo de la logística de transporte, podría estar también disponible para otras regiones del país.
De esta manera, Bomberos de Chile se encuentra en pié de responder a una necesidad poco cubierta en Chile; la descontaminación de una gran cantidad de personas en un tiempo corto, con absoluta seguridad para los operadores y garantizando calidad en el proceso como asimismo la integridad de las personas afectadas.
http://www.bomberos.cl/interior.php?id=11915
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