Los modelos de movilidad están cambiando y toda la sociedad tiene que evolucionar para acoger la llegada de las nuevas tecnologías con la mayor preparación posible. Primero han sido los fabricantes de automóviles los que han tenido que diversificar sus investigaciones para encontrar esquemas mucho más eficientes y respetuosos con el medio ambiente, una carrera a la que también se han sumado las empresas de recursos energéticos y las propias administraciones.
Pero este nuevo paradigma implica muchos más cambios: los conductores tenemos que acostumbrarnos a vehículos distintos, a nuevas formas de repostaje y a adaptar nuestra forma de conducción para reducir el consumo o aumentar la autonomía. En el terreno de la seguridad, los cambios son también significativos, no sólo en el caso de accidente, sino también en lo referente al tratamiento de materiales y elementos que se han ido incorporando a la industria como el litio o el hidrógeno.
Después de experimentar con híbridos, coches propulsados por GLP o gas natural, todo parece indicar que el futuro será eléctrico, bien por recarga directa en un enchufe convencional, bien por la utilización de una pila de combustible. Lo cierto es que los primeros coches 100% eléctricos ya están preparados para salir al mercado, y todas las partes implicadas deben saber cómo comportarse ante un vehículo de tales características. Por este motivo, en Estados Unidos ya han comenzado a instruir a sus bomberos en la forma de evacuar a los ocupantes de un coche eléctrico en caso de colisión, una idea que pronto se exportará a Europa, incluyendo España. Detrás de estos cursos está Chevrolet, y por ese motivo los bomberos norteamericanos ya están realizando prácticas reales con los Chevrolet Volt, que comenzarán a llegar al mercado a finales de este mismo año.
No te pierdas el vídeo y comprueba la facilidad y la rapidez con la que actúan estos profesionales, toda una garantía para evitar descargas eléctricas y rescatar a los heridos de la mejor forma posible.
Pero este nuevo paradigma implica muchos más cambios: los conductores tenemos que acostumbrarnos a vehículos distintos, a nuevas formas de repostaje y a adaptar nuestra forma de conducción para reducir el consumo o aumentar la autonomía. En el terreno de la seguridad, los cambios son también significativos, no sólo en el caso de accidente, sino también en lo referente al tratamiento de materiales y elementos que se han ido incorporando a la industria como el litio o el hidrógeno.
Después de experimentar con híbridos, coches propulsados por GLP o gas natural, todo parece indicar que el futuro será eléctrico, bien por recarga directa en un enchufe convencional, bien por la utilización de una pila de combustible. Lo cierto es que los primeros coches 100% eléctricos ya están preparados para salir al mercado, y todas las partes implicadas deben saber cómo comportarse ante un vehículo de tales características. Por este motivo, en Estados Unidos ya han comenzado a instruir a sus bomberos en la forma de evacuar a los ocupantes de un coche eléctrico en caso de colisión, una idea que pronto se exportará a Europa, incluyendo España. Detrás de estos cursos está Chevrolet, y por ese motivo los bomberos norteamericanos ya están realizando prácticas reales con los Chevrolet Volt, que comenzarán a llegar al mercado a finales de este mismo año.
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